Como ya se ha informado oficialmente, por el Consejo de HH y CC de nuestra ciudad, las salidas procesionales del presente año quedan suspendidas por la crisis del coronavirus. Este año no veremos a nuestros Titulares procesionar por las calles de San Fernando como cada Lunes Santo. Ni veremos tampoco ninguna otra cofradía. Estarán las calles vacías. 

Pero aunque no haya salidas penitenciales, sí habrá Semana Santa. Una Semana Santa que tendremos que vivir en la intimidad de nuestro hogar, de una forma casi conventual. Si la Cuaresma era ya de por sí tiempo de conversión, esta que nos toca vivir este año es además tiempo de reflexión, de valorar todo aquello que teníamos y no le dábamos importancia y que con Fe y esperanza volveremos a disfrutar. Es tiempo también de vivir la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor en nuestra unidad familiar con la oración y con la penitencia. Porque no salir de casa es una penitencia, como lo es también no poder visitar a nuestros Titulares en el tiempo que es más importante para los cristianos. 

Pero tengamos esperanza. Oremos. La oración tiene mucho poder y es una muestra de confianza en Dios. Oremos por los que tristemente han fallecido. Oremos por todos los enfermos y por los profesionales sanitarios. Pidámosle a Dios, por la intersección de Nuestro Padre Jesús de los Afligidos y María Santísima de la Amargura, que nos proteja y permita el fin de esta pandemia

Manolo Muñoz Rivero. Hermano Mayor.