SALUDO

WEB OFICIAL de la Venerable Hermandad del Santísimo Sacramento y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de los Afligidos, María Santísima de la Amargura y Santo Tomás de Aquino (Estudiantes), establecida canónicamente en la Parroquia del Santo Cristo de San Fernando (Cádiz).

Es una asociación de fieles católicos, creada en 1939 por un grupo de estudiantes, que tiene por fines principales, rendir culto a Dios y el ejercicio de la Caridad.

Por dicha Hermandad todos sus hermanos proclaman:

Que creemos en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creemos en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creemos en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la vida eterna,

Asimismo, creemos en el Augusto Sacramento de la Eucaristía, en el que Cristo se inmola constantemente en nuestros Altares; creemos también en la Iglesia que es Una, Santa, Católica, Apostólica y Romana.

Confesamos solemnemente el dogma de la Concepción Inmaculada de Nuestra Señora y el de su Asunción en Cuerpo y Alma a los cielos, así como, en general cuantos dogmas, misterios y sacramentos nos enseña la Santa Iglesia Católica.

De igual modo, creemos y confesamos que la Santísima Virgen María asociada por su Divino Hijo a la dignidad de corredentora de la Humanidad, es tesorera y depositaria de todas las gracias, siendo constituida para su dispensación como MEDIADORA ENTRE JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR Y LOS HOMBRES.

También nos comprometemos a obedecer, reverenciar y defender al Sumo Pontífice, Vicario de Cristo en la Tierra, con todas nuestras fuerzas.

Y de la misma forma, proclamamos y defendemos el Derecho a la Vida de todo ser humano en cada fase de su desarrollo, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural, y cualquiera que sea su condición, de conformidad con el Magisterio de la Iglesia y la doctrina emanada de S.S. el Papa.