Estimados hermanos.

Como todos los años hago antes de que nuestra Cruz de Guía se ponga en la calle, me dirijo a todos vosotros para desearos que tengáis una buena estación de Penitencia. Pero en esta ocasión todo es distinto.

Esta mañana no hemos tenido la Misa Preparatoria de la Salida Penitencial, ni tampoco se han colgado medallas a los nuevos hermanos. Este año no estamos en nuestro Templo con el capirote puesto y el antifaz levantado. Este año nuestras miradas no se dirigen a nuestro imponente paso de misterio ni nuestras oraciones serán cara a cara con Ellos. Este año no hay nervios antes de la salida ni nuestras manos acarician el frio cirio que íbamos a derramar por nuestras calles.

Este año nos quedamos en casa porque así nos lo piden nuestras autoridades sanitarias ante las circunstancias que vivimos con esta pandemia mundial que estamos sufriendo.

Por ello os pido que las oraciones, además de las vuestras particulares, vayan dirigidas para todas aquellas personas que están sufriendo la enfermedad del coronavirus, por el alma de todos los que han fallecido a causa de este virus y por todos los sanitarios y fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que están luchando día a día para que esta enfermedad no se propague. Por todos los ancianos que son los primeros que temen por el contagio, para que el Señor les dé el apoyo y la ayuda suficiente para que pasen este confinamiento con mucha salud.

Estamos a punto de salir a la calle y vamos a sentir en nuestro corazón sensaciones extrañas que nunca habíamos tenido. Pero debemos pensar que lo mejor está por venir. Que estoy seguro de que vamos a superar esta pandemia con la ayuda de Nuestro Padre Jesús de los Afligidos y María Santísima de la Amargura. Que pronto podremos vernos por las calles y saludarnos, y abrazarnos, y cuando el año que viene volvamos a encontrarnos antes de salir, digamos que todo fue un sueño. No me faltéis la Semana Santa 2021. Os quiero ver allí a todos.

Igualmente os invito a que participéis desde las redes sociales de los actos que vamos a tener en nuestra Parroquia y delante de Nuestros Titulares.

Señor Jefe de Procesión, suya es la Cofradía. ALABADO SEA EL SANTISIMO SACRAMENTO DEL ALTAR, SEA POR SIEMPRE BENDITO Y ALABADO. Pueden abrir las puertas. 

Un abrazo a todos y cuidaros.

San Fernando, 6 de abril de 2020

Manuel Muñoz Rivero

Hermano Mayor