LA HERMANDAD DE LOS ESTUDIANTES NO PUDO REALIZAR SU SALIDA PENITENCIAL
No pudo ser. La Hermandad de Los Estudiantes no pudo realizar su Salida Penitencial por las inclemencias del tiempo. Después de dos años de pandemia se volvió a la normalidad, a lidiar con el aspecto del cielo y con la información de los partes meteorológico, para decidir el discurrir de la jornada. Los partes no habían cambiado desde una semana atrás, pero las esperanzas no se perdían.
A las seis y diez de la tarde, hora de la salida, las puertas del templo no se abrieron. A esa hora llovía. La Junta de Gobierno permanecía reunida. En condiciones normales y por la personalidad de esta Cofradía, la decisión de no salir se habría tomado con tiempo, pero este año era especial. Veníamos de dos años de una pandemia que nos dejó sin cofradías en las calles. Por ello, la Junta de Gobierno quiso intentarlo y demoró en una hora la salida, previa autorización del Consejo de Hermandades y del resto de las cofradías de la jornada que accedieron a retrasar los horarios de este día.
Mientras, en el interior del templo, los hermanos rezaban el rosario dirigidos por nuestro Director Espiritual. Y seguía lloviendo.
Finalmente, el Hermano Mayor anunciaba a los hermanos que la Salida penitencial quedaba suspendida. Fue entonces cuando se dispuso para comenzar con el rezo del Vía Crucis, en el que la cruz parroquial y ciriales fue recorriendo las distintas estaciones con las meditaciones de nuestro Párroco y la colaboración de tres miembros de la banda de música que interpretaron diversos motetes.
A su término, y una vez que los nazarenos abandonaron el templo, se abrieron las puertas para que devotos, cofrades e isleños en general, pudieran contemplar al Señor de los Afligidos y a María Santísima de la Amargura. Fue un reguero de isleños los que acudieron a la contemplación de este misterio del Lunes Santo.
Habrá que esperar un año más. Y serán cuatro.