CORONA DOLOROSA A MARÍA STMA. DE LA AMARGURA. Viernes 31 de marzo de 2023

El Viernes 31 de marzo, al término de la Santa Misa de las 7:30 de la tarde, se rezará la CORONA DOLOROSA a María Santísima de la Amargura, con especial detención en el cuarto dolor, que es el que se representa en nuestro paso de misterio. Será un acto piadoso que contará también con pezas musicales.

El contenido de la Corona Dolorosa será el siguiente: 

Por la señal de la Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

1. Primer Dolor: La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús.

Padre Nuestro…Ave María (x7). Gloria

V/. Ruega por nosotros, Madre Santísima de la Amargura R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén

2. Segundo Dolor:La huida a Egipto con Jesús y José.

Padre Nuestro…Ave María (x7). Gloria

V/. Ruega por nosotros, Madre Santísima de la Amargura. R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén

3. Tercer Dolor:La pérdida de Jesús.

Padre Nuestro…Ave María (x7). Gloria

V/. Ruega por nosotros, Madre Santísima de la Amargura. R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén

4. Cuarto Dolor: El encuentro con Jesús de los Afligidos camino del calvario.

El momento que Jesús de los Afligidos encuentra a su madre, siempre ha conmovido a muchos fieles durante siglos. Sus miradas se cruzan. Se comprenden. El Sagrado corazón de Jesús queda íntimamente ligado al Inmaculado Corazón de María, que sabe quién es su Hijo. Sabe de dónde viene. Sabe cuál es su misión. María sabe que es su madre; pero sabe también que ella es hija suya. Lo ve sufrir, por todos los hombres, de ayer, hoy y mañana. Y sufre también ella.

En verdad, Jesús de los Afligidos, te duele hacer sufrir de ese modo a tu madre. Pero tienes que hacerla partícipe de tu divina y tremenda misión. Es el plan de Dios para la salvación de toda la humanidad.

Para todos los hombres y mujeres de este mundo, el encuentro de Jesús de los Afligidos con su madre María Santísima de la Amargura allí, en el camino del Calvario, es un acontecimiento intensísimo, siempre actual. Jesús se ha privado de su madre para que nosotros, cada uno de nosotros, tuviéramos una madre siempre disponible y presente. Por desgracia, a veces nos olvidamos, pero muchísimas veces hemos acudido a ella. ¡Qué cerca de nosotros ha estado en los momentos de dificultad! ¡Cuántas veces le hemos encomendado para que medie para que se nos concediera las gracias que nos conviniera según los planes de Dios! Y cuántas veces María Santísima de la Amargura nos ha escuchado, la hemos sentido cercana, confortándonos con su amor materno.

En el Vía Crucis, María es el modelo de silencio que, aún en medio del dolor más desgarrador, genera la vida nueva.

Padre Nuestro… Ave María (x7). Gloria

V/. Ruega por nosotros, Madre Santísima de la Amargura. R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén

5. Quinto Dolor: La crucifixión y la agonía de Jesús.

Padre Nuestro… Ave María (x7). Gloria

V/. Ruega por nosotros, Madre Santísima de la Amargura. R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén

6. Sexto Dolor: La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto.

Padre Nuestro… Ave María (x7). Gloria

V/. Ruega por nosotros, Madre Santísima de la Amargura. R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén

7. Séptimo Dolor: El entierro de Jesús y la soledad de María.

Padre Nuestro… Ave María (x7). Gloria

V/. Ruega por nosotros, Madre Santísima de la Amargura. R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén

Pídase la gracia que se desea alcanzar

Oración Final: Santísima Virgen María, Madre de Dios y madre nuestra, cuya alma fue traspasada por siete espadas de dolor, te pedimos intercedas ante Jesús de los Afligidos, para que, por los méritos de tu Amargura, lleguemos a alcanzar los frutos de su Pasión. Por el mismo Jesús de los Afligidos, que con el Padre y el Espíritu Santo, Vive y Reina, por los siglos de los siglos. Amén.

Ave María purísima. Sin pecado concebida.

(Señal de la Cruz) En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén